Conciencia y no localidad (I): Investigación teórica
por Steve Randolf, PhD
El empleo del entrelazamiento cuántico en teorías de la conciencia y psi, así como en la biología cuántica, siempre ha sido objeto de debate. Las objeciones a dicho uso están relacionadas principalmente con las condiciones exigentes necesarias para la creación y el mantenimiento del entrelazamiento, que contrastan fuertemente con los entornos húmedos y cálidos típicos de los organismos vivos. En el caso de los fenómenos psi, existen argumentos adicionales, como el teorema de no comunicación de la mecánica cuántica y la restricción relativista de la velocidad de la luz. El siguiente análisis desafía el escepticismo prevaleciente al resaltar las pruebas experimentales y teóricas que apuntan hacia la existencia de una forma única y persistente de entrelazamiento.
No localidad en la mecánica cuántica
En 1935, Einstein, en colaboración con Podolsky y Rosen (1935), introdujo un experimento mental basado en el emergente formalismo matemático de la mecánica cuántica (MQ). Este experimento planteó la idea de que dos partículas cuánticas, ya sea que provengan de un proceso cuántico común o se preparen a través de una forma específica de interacción, podrían considerarse como una entidad cuántica unificada. En consecuencia, la medición de cualquier parámetro en una partícula influiría instantáneamente en el parámetro correspondiente de la otra, independientemente de la distancia física que las separa.
Desde la perspectiva de Einstein, esto presentaba una paradoja (a menudo denominada la paradoja EPR, por las iniciales de los tres investigadores) que revelaba una brecha en el formalismo mecánico cuántico, contradiciendo el principio de localidad (realismo local) que ya había adquirido casi el estatus de ley universal en ese momento.
Einstein, A., Podolsky, B., & Rosen, N. (1935). ¿Puede considerarse completa la descripción cuántico-mecánica de la realidad física? Physical Review, 47, 777.
Este artículo tuvo enormes repercusiones. El primero en reaccionar fue Erwin Schrödinger, quien unos meses después publicó una discusión de la paradoja EPR utilizando por primera vez el término entrelazamiento (entanglement en inglés) para referirse al fenómeno. En ese artículo, enfatizó la importancia del entrelazamiento, ya que aparentemente revelaba una diferencia profunda entre la mecánica clásica y la cuántica. Schrödinger, al igual que Einstein, luchaba por comprender el fenómeno porque parecía implicar la propagación superluminal de información, lo que contradecía la ya aceptada teoría de la relatividad de Einstein.
Schrödinger, (1935) Discusión de las relaciones de probabilidad entre sistemas separados, Mathematical Proceedings of the Cambridge Philosophical Society, Volumen 31, Número 4, pp. 555-563.
En busca de una posible explicación, en 1952 David Bohm propuso una interpretación de la MQ conocida como la teoría de la onda piloto, que construyó sobre trabajos anteriores de De Broglie. Esta teoría introdujo variables ocultas y asumió la no localidad como un aspecto fundamental de la realidad física.
A medida que la idea maduraba en la mente de Bohm, sugirió que el universo tenía dos aspectos: un aspecto oculto y primario que él llamó el "orden implícito" y un aspecto secundario y visible al que llamó el "orden explícito". El aspecto oculto, argumentó, daría origen a todo lo visible/perceptible en nuestra experiencia, de manera análoga a cómo una película holográfica en 2D produce una imagen holográfica en 3D (Bohm, 1980; Bohm & Hiley, 1993). La información está distribuida por toda la película holográfica y la imagen en 3D se puede reconstruir a partir de cualquier fragmento arbitrariamente pequeño de la película (dentro de los límites de resolución del medio de grabación). Sin embargo, el holograma del universo debía ser dinámico, una idea a la que Bohm se refirió como "holomovimiento". Bohm imaginaba todas las formas y fenómenos, incluyendo los de la MQ, originándose como cosecuencia de innumerables plegamientos y desplegamientos entre estos dos órdenes.
Bohm, David (1952). "A Suggested Interpretation of the Quantum Theory in Terms of 'Hidden Variables' I". Physical Review, 85 (2): 166–179.
Bohm, D. (1980). Wholeness and the Implicate Order. Routledge & Kegan Paul.
Bohm, D., & Hiley, B. (1993). The Undivided Universe. Routledge.
Impresionado y motivado por el trabajo de Bohm, John Stewart Bell comenzó a buscar una forma de verificar la existencia de la no localidad. En 1964, propuso sus famosas desigualdades que permitían la determinación experimental de si las correlaciones entre objetos cuánticos podían atribuirse a variables ocultas locales (realismo local) o a una no localidad genuina.
Bell, J. S. (1964). "Sobre la paradoja Einstein-Podolsky-Rosen". Physics Physique Fizika, 1(3), 195–200.
Pronto, comenzaron a surgir múltiples demostraciones de violaciones de las desigualdades de Bell, validando así la existencia de correlaciones no locales (Kocher & Commins, 1967; Kocher, 1971; Freedman & Clauser, 1972; Aspect et al., 1982). Sin embargo, para muchos, la no localidad seguía siendo difícil de aceptar, y se encontraban constantemente nuevas lagunas que arrojaban dudas sobre el concepto. No fue hasta 2015 (Hanson) que se realizó con éxito el experimento definitivo sin lagunas, disipando las últimas dudas y confirmando la realidad de la no localidad.
Kocher, C. A. and Commins, E. D. (1967). "Polarization Correlation of Photons Emitted in an Atomic Cascade". Phys. Rev. Lett. 18, 575.
Kocher, C. A. (1971). "Time correlations in the detection of successively emitted photons". Annals of Physics, 65(1), 1–18.
Freedman, S. J., & Clauser, J. F. (1972). "Experimental Test of Local Hidden-Variable Theories". Physical Review Letters, 28(14), 938–941. doi:10.1103/PhysRevLett.28.938.
Aspect, A., Grangier, P., & Roger, G. (1982). "Experimental Realization of Einstein-Podolsky-Rosen-Bohm Gedankenexperiment: A New Violation of Bell's Inequalities". Physical Review Letters, 49(2), 91–94.
Hanson, R. (2015). "Loophole-free Bell inequality violation using electron spins separated by 1.3 kilometers". Nature, 526(7575), 682–686.
Sin embargo, se ha descubierto que el entrelazamiento cuántico (EC) es un fenómeno bastante inestable, que se pierde fácilmente a través de un proceso conocido como decoherencia. La decoherencia es esencialmente la pérdida de coherencia dentro del sistema microscópico estudiado debido a su entrelazamiento con su entorno macroscópico.
La decoherencia también ocurre en sistemas de muchas partículas debido a sus vibraciones térmicas. Este proceso puede ralentizarse un poco trabajando a temperaturas criogénicas. Sin embargo, a medida que la temperatura aumenta, la vida útil de los estados entrelazados disminuye drásticamente. Por esta razón, durante mucho tiempo se desestimó la posibilidad de que el EC desempeñara un papel significativo en los procesos naturales, especialmente en los organismos vivos.
No obstante, esta idea ha ido cambiando con el tiempo, a medida que tanto la temperatura como el tamaño de los sistemas entrelazados han aumentado enormemente mediante experimentos físicos cada vez más sofisticados que emplean medidas ultrasensibles y ultrarrápidas. Por ejemplo, en 2011, se demostraron correlaciones cuánticas entre fonones ópticos en diamantes de dos milímetros a temperatura ambiente (Lee et al., 2011). También se ha validado el papel del EC en procesos biológicos reales (C. Lee et al., 2011).
C. Lee et al. (2011). Entangling Macroscopic Diamonds at Room Temperature. Science, 334, 1253.
Aún más sorprendentemente, se ha demostrado que el EC es atemporal, lo que significa que dos entidades cuánticas pueden estar entrelazadas no solo en el espacio, sino también a través del tiempo. Este fenómeno ha estado bajo investigación teórica durante años, tanto dentro del marco de la mecánica cuántica (Ringbauer et al., 2018) como de la gravedad cuántica (Doi et al., 2023), aunque sigue envuelto en misterio. El tema de la no localidad en la gravedad cuántica se discutirá por separado en el siguiente capítulo.
Ringbauer, M., Costa, F., Goggin, M.E., et al. (2018). Multi-time quantum correlations with no spatial analog. npj Quantum Information, 4, 37.
Doi, K., Harper, J., Mollabashi, A., et al. (2023). Time-like entanglement entropy. Journal of High Energy Physics, 2023(5), 52.
Con la demostración de la no localidad, la supuesta contradicción entre el EC y la relatividad, que inicialmente preocupaba a los pioneros de la mecánica cuántica como Einstein y Schrödinger, se resolvió. Además, ahora se entiende que el EC en realidad no permite la transmisión instantánea de información, un concepto conocido como el teorema de no comunicación (Peres & Terno, 2004). Este teorema es generalmente aceptado dentro de la comunidad de física, aunque también tiene sus críticos (Peacock & Hepburn, 1999).
Peres A. and Terno D. R. (2004). Quantum information and relativity theory, Reviews of Modern Physics, 76, 93.
Peacock K. A. and Hepburn B. (1999). Begging the Signalling Question: Quantum Signalling and the Dynamics of Multiparticle Systems, Proceedings of the Meeting of the Society for Exact Philosophy.
Por otro lado, existe otro teorema, el "teorema de no teleportación", que establece que la información cuántica no se puede convertir en información clásica, es decir, transformar qubits en bits, para su transmisión a través de canales convencionales (Gruska & Imai, 2001). Sin embargo, se ha descubierto que los qubits en realidad se pueden transmitir mediante una combinación de EC con un canal de transmisión convencional, un fenómeno ahora muy utilizado en cifrado, telecomunicaciones y computación cuántica. Este efecto, llamado teleportación cuántica fue propuesto por Bennett et al. en 1993 y demostrado experimentalmente por Aspect et al. en 1997. En 2022, Aspect, Clauser y Zeilinger recibieron el Premio Nobel de Física por sus contribuciones al desarrollo del EC y la teleportación cuántica.
Gruska, J., & Imai, H. (2001). Power, Puzzles and Properties of Entanglement. In M. Margenstern & Y. Rogozhin (Eds.), Machines, Computations, and Universality. MCU 2001. Lecture Notes in Computer Science, vol 2055. Springer, Berlin, Heidelberg.
Bennett, C. H., Brassard, G., Crépeau, C., Jozsa, R., Peres, A., & Wootters, W. K. (1993). "Teleporting an Unknown Quantum State via Dual Classical and Einstein–Podolsky–Rosen Channels". Physical Review Letters, 70(13), 1895–1899.
Bouwmeester, D., Pan, J. W., Mattle, K., Eibl, M., Weinfurter, H., & Zeilinger, A. (1997). Experimental quantum teleportation. Nature, 390, 575–579.
No localidad en la gravedad cuántica
Simultáneamente con la evolución de la comprensión del EC, se estaban realizando una serie de avances teóricos destinados a la creación de una teoría que unificara la teoría cuántica con la gravedad (es decir, la relatividad), también conocida como gravedad cuántica. Particularmente en las décadas de 1970 y 1980, surgieron cinco teorías independientes, denominadas "teorías de supercuerdas", que modelaban las partículas conocidas y sus interacciones a través de los modos vibracionales de las cuerdas. En 1995, estas cinco teorías se unificaron en un solo marco conocido como la teoría M, y se descubrió que las cuerdas (y, en consecuencia, el espacio-tiempo) debían ser objetos multidimensionales llamados D-branes en lugar de unidimensionales como se había conjecturado inicialmente (Witten, 1995; Polchinski, 1995). Inicialmente, se requerían 10 dimensiones, que luego se aumentaron a 11.
Witten, E. (1995). "String theory dynamics in various dimensions". Nuclear Physics B, 443(1), 85–126.
Polchinski, J. (1995). "Dirichlet branes and Ramond-Ramond charges". Physical Review D, 50(10), R6041–R6045.
Por lo tanto, se encontró que era necesario asumir la existencia de siete dimensiones espaciales adicionales además de las cuatro dimensiones conocidas del espacio-tiempo, para poder explicar de manera coherente las cuatro fuerzas fundamentales. Los defensores de esta teoría argumentan que estas dimensiones podrían ser imperceptibles, de manera similar a cómo dos de las tres dimensiones de una cuerda delgada pasan desapercibidas cuando se observan desde la distancia. Este modelo recuerda la propuesta de Bohm de una realidad oculta subyacente que conecta todo (el orden implicado).
Hoy en día, la teoría M es ampliamente considerada como la principal candidata para una teoría del todo (TOE). Sin embargo, también tiene sus detractores, principalmente debido a su complejidad y la percepción de falta de predicciones verificables. Además, la existencia de cuerdas y dimensiones ocultas sigue sin probarse por el momento. No obstante, han ido surgiendo descubrimientos que la respaldan.
Alrededor de la misma época que la unificación de las teorías de supercuerdas (década de 1990), varios investigadores se dieron cuenta de que estas teorías sugerían que la información en nuestro espacio tridimensional podría estar codificada en una superficie bidimensional. En particular, Leonard Susskind demostró en 1995 que utilizando este argumento se podía resolver la paradoja de la pérdida de información en los agujeros negros, que surgía del descubrimiento de su evaporación por Stephen Hawking. Incluso Stephen Hawking aceptó esta explicación como válida. Sin embargo, Susskind fue más allá al sugerir que se podía ver el universo entero como un holograma, similar a lo que Bohm y otros habían propuesto anteriormente (Susskind, L., 1995).
Susskind, L. (1995). "The World as a Hologram". Journal of Mathematical Physics, 36(11), 6377–6396.
Otro resultado significativo que respalda el concepto de un universo holográfico surgió de un artículo publicado en 1998 por Juan Maldacena. Este trabajo resultó ser revolucionario al revelar la equivalencia entre una de las teorías iniciales de supercuerdas de 10 dimensiones y una teoría cuántica de campos de 4 dimensiones, un descubrimiento de inmenso interés teórico (el artículo ha sido citado decenas de miles de veces). Esta equivalencia se conoce como AdS/CFT, donde la teoría de supercuerdas implica un espacio de tipo anti-de Sitter (AdS), caracterizado por una constante cosmológica negativa (espacio que se contrae), mientras que la teoría cuántica de campos correspondiente se denomina "teoría de campos conformal" (CFT) (Maldacena, J., 1998).
Maldacena, J. (1998). "The Large N limit of superconformal field theories and supergravity". Advances in Theoretical and Mathematical Physics, 2(4), 231–252.
La equivalencia AdS/CFT proporcionó un mayor respaldo a la idea del universo holográfico. La teoría CFT captura la misma información en 4 dimensiones que la teoría de supercuerdas de 10 dimensiones, de manera análoga a cómo un holograma codifica información sobre un objeto tridimensional en solo dos dimensiones. También se ha demostrado una correspondencia similar para un espacio de tipo de Sitter, es decir, uno que se expande, lo que es más representativo de las observaciones reales de nuestro universo (Strominger, A., 2001).
Strominger, A. (2001). "The dS/CFT correspondence". Journal of High Energy Physics, 2001(10), 034.
La importancia de la no localidad
Como se ha demostrado, la confirmación de la no localidad en forma del EC ha tenido profundas implicaciones teóricas, fortaleciendo la teoría cuántica y contribuyendo a su fusión con la teoría de la gravedad para el desarrollo de una Teoría del Todo (TOE, por sus siglas en inglés). Por otro lado, está revolucionando el mundo moderno, dando lugar a vastos nuevos dominios científicos, como la criptografía cuántica, la computación cuántica, la comunicación cuántica, las simulaciones cuánticas y la detección cuántica. Todas estas áreas ya han demostrado su inmenso valor práctico, lo que ha repercutido en el desarrollo de dispositivos comerciales valiosos.
Uno de estos campos emergentes, la biología cuántica, ofrece algunas de las perspectivas más extraordinarias. Las preocupaciones iniciales sobre la transmisión instantánea de información (contradiciendo la relatividad) fueron seguidas por preocupaciones sobre la inestabilidad de los estados entrelazados en entornos cálidos y húmedos, como los organismos vivos. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado de manera inequívoca que la no localidad desempeña sin duda alguna un papel vital en diversos procesos biológicos, incluyendo la fotosíntesis, la olfacción, la visión, la catálisis enzimática y la navegación magnética aviar (Mohseni et al., 2014). La lista continúa creciendo.
Mohseni, M., Omar, Y., Engel, G. S., & Plenio, M. B. (2014). Quantum Effects in Biology. Cambridge University Press.
Modelos no-locales de la conciencia
Los efectos cuánticos, en particular la no localidad, también se han empleado en intentos de explicar uno de los fenómenos biológicos más extraordinarios y menos comprendidos: la mente humana. A pesar de la formulación de diversas teorías, todavía falta evidencia experimental que las respalde.
Uno de los primeros modelos cuánticos del cerebro fue propuesto por Ricciardi y Umezawa (1967). Estos ugirieron que los datos experimentales sobre el cerebro humano eran incompatibles con una memoria basada en conexiones y en su lugar propusieron una forma de memoria distribuida. Para lograr esto, utilizaron el marco de la Teoría de Campos Conformal (CFT) y propusieron representar el cerebro como un condensado de Bose-Einstein, donde los efectos de la memoria surgen de las correlaciones cuánticas entre las neuronas. A lo largo de los años, esta teoría ha experimentado varias mejoras por parte de varios científicos.
Ricciardi, L. M., & Umezawa, H. (1967). "Brain and physics of many-body problems." Kybernetik, 4, 44–48.
Años después, el neurocirujano Karl Pribram (Pribram, 1991), inspirado en la teoría holográfica de Bohm y otros descubrimientos recientes, reinventó el concepto de memoria distribuida a través de su modelo "holonómico". Según Pribram, el cerebro es una memoria holográfica dinámica caracterizada por la no localidad atribuida al procesamiento de fondo facilitado por las correlaciones cuánticas entre las estructuras microscópicas del cerebro, como las dendritas neuronales.
Pribram, K. (1991). Brain and perception: Holonomy and structure in figural processing. Lawrence Erlbaum Associates. ISBN 0-89859-995-4.
El físico de partículas Henry Stapp (Stapp, 2007) sugirió que la conciencia desempeña un papel fundamental en el universo y que el colapso de la función de onda que ocurre durante la observación de sistemas cuánticos está influenciado por procesos mentales. Estados mentales intencionales, como la atención enfocada o la toma de decisiones, podrían influir en los resultados de los procesos cuánticos. Por otro lado, Stapp hipotetizó que dichos estados mentales se podrían deber a la reducción del estado cuántico de acuerdo con el principio de proyección de Von Newmann, mantenido en el tiempo a través del efecto cuántico Zeno. Esto significa que dichos estados pueden mantenerse a través de su medición y observaciones repetidas con alta frecuencia en las estructuras cerebrales, como las sinapsis, evitando así la evolución de las correspondientes funciones de onda.
Henry Stapp, (2007) Mindful Universe: Quantum Mechanics and the Participating Observer, Springer Berlin, Heidelberg.
Una teoría similar pero aparentemente más evolucionada es la de la reducción objetiva orquestada (abreviada como Orch-Or), concebida inicialmente por el premio Nobel de Física Roger Penrose, quien más tarde la extendió con la ayuda de Stewart Hameroff (Hameroff y Penrose, 2014). Penrose fundamentó la necesidad de considerar fenómenos cuánticos invocando los teoremas de incompletitud de Gödel que supuestamente demuestran que la conciencia no puede atribuirse únicamente a la computación algorítmica y que debe haber un mecanismo adicional en juego.
Por otro lado, basándose en datos experimentales, Penrose argumentó que la conciencia debe basarse en eventos discretos dentro de las neuronas. Estos eventos discretos que dan lugar a la conciencia surgen de los colapsos de estados de superposición coherente, un mecanismo que recuerda la propuesta de Stapp. Sin embargo, Penrose también elabora sobre el mecanismo del colapso en sí mismo, sugiriendo la implicación de fluctuaciones en el campo gravitatorio y la no localidad.
Stuart Hameroff, Roger Penrose (2014). Consciousness in the universe: A review of the 'OrchOR' theory. Physics of Life Reviews, 11, 39–78.
Modelos no locales del psi
La no localidad también desempeña un papel significativo en ciertas teorías relacionadas con los fenómenos psi. Comprender el psi plantea dos desafíos principales: comprender el mecanismo de su transmisión por la mente y comprender el mecanismo de su mediación.
Como se demostró en el capítulo anterior, muchas mentes científicas prominentes consideran la no localidad como un requisito esencial para la existencia de la conciencia. Dado que el psi es un producto de la mente, se puede inferir que la no localidad podría desempeñar cierto papel en la transmisión del psi.
Por otro lado, todas las teorías de mediación que implican la transferencia de señales a través de ondas o partículas han sido refutadas. Estas teorías no han logrado explicar la retrocognición y la precognición, y nunca han detectado señales mediadoras, ni siquiera en casos de clarividencia o psicocinesis (Targ y Puthoff, 1974; Harvey y Watt, 2007). Otras teorías basadas en la información que se propaga hacia atrás en el tiempo también han perdido credibilidad, ya que los experimentos han revelado que el retroceso no es esencial para el éxito de, por ejemplo, sesiones de visión remota (Targ, 2019).
Targ, R., Puthoff, H. (1974). Information transmission under conditions of sensory shielding. Nature, 251(5476), 602–607.
Harvey, J. I., & Watt, C. A. (2007). An Introduction to Parapsychology. McFarland.
Targ, R. (2019). What Do We Know about Psi? The First Decade of Remote-Viewing Research and Operations at Stanford Research Institute. Journal of Scientific Exploration, 33(4), 569–592.
Teniendo en cuenta esto y el altamente probable papel de la no localidad en la conciencia, es lógico considerar la no localidad como un mecanismo potencial de mediación en los fenómenos psi. De hecho, la no localidad también se puede identificar en ciertas teorías del psi. En 1920, el académico de la Universidad de Cambridge Whately Smith (también conocido como Carington) propuso una posible explicación para los fenómenos paranormales, sugiriendo la existencia de una cuarta dimensión espacial oculta, que recuerda a las teorías físicas mencionadas anteriormente (aunque producidas posteriormente) como la holografía de Bohm y la holografía que surge de la equivalencia AdS/CFT.
Smith, W. W. (1920). A Theory of the Mechanism of Survival: The Fourth Dimension and Its Applications, E. P. Dutton and Co.
Del mismo modo, más recientemente, Targ y Rauscher (2001) propusieron una explicación para el psi que involucra un espacio-tiempo Minkowski de 8 dimensiones. Esta idea se inspiró en los desarrollos entonces relativamente recientes de la teoría de cuerdas y la supersimetría. Además de las 4 dimensiones reales con las que estamos familiarizados, este espacio-tiempo incluye 4 dimensiones imaginarias (y, por lo tanto, ocultas). Estas dimensiones imaginarias hacen que la separación espacial o temporal entre cualquier par de puntos sea cero. La mente poseería la capacidad de navegar a través de este espacio, lo que permitiría la transmisión del psi sin violar la relatividad. Este concepto se asemeja a la forma en que un agujero de gusano (un concepto bien conocido en física) hipotéticamente crea un atajo en el espacio-tiempo, permitiendo la transmisión de información al menos teóricamente.
Rauscher, E. A., & Targ, R. (2001). The Speed of Thought: Investigation of a Complex Space-Time Metric to Describe Psychic Phenomena. Journal of Scientific Exploration, 15(3), 331–354.
Existen teorías más recientes, como el "Modelo de Información Pragmática" de Walter von Lucadou (2015) y la "Teoría Cuántica Débil" de Walach (Atmanspacher, Römer y Walach, 2002), que proponen extender los principios cuánticos a la escala macroscópica, con ciertas restricciones, al tiempo que mantienen el entrelazamiento cuántico (EC) como la causa directa asumida de los fenómenos paranormales. Von Lucadou discute el teorema de no comunicación como un posible obstáculo para la aplicación de la teoría, pero se refiere a la publicación de Peacock & Hepburn (1999) mencionada anteriormente, que efectivamente pone en duda la validez de ese teorema.
Kornwachs and W. von Lucadou (1985): Pragmatic information as a nonclassical concept to describe cognitive systems. Cognitive Systems, 1, 79–94.
Atmanspacher, H., Römer, H. & Walach, H. (2002). Weak Quantum Theory: Complementarity and Entanglement in Physics and Beyond. Foundations of Physics, 32, 379–406.
Estas teorías enfrentan una fuerte oposición por diversas razones. Incluso dejando de lado el escepticismo tradicional y el temor hacia los fenómenos psi (Cardeña, 2015), hay desafíos más objetivos que deben superarse, incluida la inestabilidad de la entrelazación cuántica y el teorema de no transmisión de información.
Cardeña E. (2015), "The Unbearable Fear of Psi: On Scientific Suppression in the 21st Century," Journal of Scientific Exploration, 29(4), 601–620.
El concepto holográfico sugiere que toda la información generada en el universo se distribuye en todo su volumen, lo que implica una correlación omnipresente y permanente. Esto representa claramente un tipo de no localidad distinto de o tal vez complementario al ahora bien conocido y aceptado entrelazamiento cuántico (EC). Como se demostró, este concepto, que inicialmente parecía algo especulativo (al igual que el de EC en sus comienzos), ha ido ganando apoyo científico a medida que han avanzado los desarrollos en la gravedad cuántica y el principio holográfico.
El origen de tal no localidad podría rastrearse hasta el universo primitivo. Según la teoría ampliamente aceptada sobre el origen del universo, las primeras partículas (gluones y quarks) se formaron en los primeros segundos después del Big Bang. Suponiendo que nuestro universo sea un sistema cerrado, y dado que todas estas partículas se formaron en un solo proceso, deberían estar permanentemente entrelazadas (Nadeau y Kafatos, 1999).
Nadeau, R., & Kafatos, M. (1999). The Non-local Universe: The New Physics and Matters of the Mind. Oxford University Press.
Ervin László (2003) reunió y discutió una serie de fenómenos y paradojas de diversos campos de investigación, como la biología, la cosmología, la física de partículas, la parapsicología y más. Según él, muchos fenómenos muestran orden o correlación donde se podría esperar caos, como el ajuste fino de las constantes fundamentales, la uniformidad del fondo cósmico, correlaciones a larga distancia en los organismos vivos, paradojas empíricas del determinismo genético, la inconsistencia entre la tasa de selección natural y la de mutaciones aleatorias, y así sucesivamente. László concluyó su discusión con una hipótesis que implica la existencia de conectividad o correlación en múltiples escalas, de manera fractal.
László, E. (2003). The Connectivity Hypothesis: Foundations of an Integral Science of Quantum, Cosmos, Life, and Consciousness. State University of New York Press.
La idea del universo como una información omnipresente e inabarcable, presente en tantas teorías físicas, no es nueva. Se alinea con conceptos como el Tao, Brahman y Akasha que se encuentran en las tradiciones chinas e indias milenarias. Muchos físicos, incluyendo a los padres de la mecánica cuántica, Schrödinger, Bohr y Heisenberg (Viraj Kulkarni, 2020), han estado fascinados por estos conceptos del universo como una entidad incomprensible, inefable, infinita y entrelazada.
Kulkarni, V. (2020). What Erwin Schrödinger Said About the Upanishads. Recuperado de https://science.thewire.in/society/history/erwin-schrodinger-quantum-mechanics-philosophy-of-physics-upanishads/ en Agosto de 2023.
¿Es posible que la familiar correlación cuántica tenga un aspecto oculto? ¿Podría ser que cuando un objeto o partícula experimenta la decoherencia, en realidad persiste alguna forma de correlación residual? Existe abundante evidencia de que esto es efectivamente así. Lea más al respecto en "Conciencia y no localidad (II)".
Publicado: 2023-09-26
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